Este artículo está destinado a los lectores generales, si eres médico o profesional del sector sanitario, te recomendamos este otro artículo: Cambios electrocardiográficos en el embarazo.
Durante el embarazo existen varias pruebas médicas que están contraindicadas o indicadas solo en casos excepcionales donde el beneficio de la prueba sea superior al riesgo de la madre o del feto.
El electrocardiograma (EKG) no es una de esas pruebas, ya que no conlleva ningún tipo de riesgo para la madre o para el bebé.
El electrocardiógrafo (el equipo de realizar electrocardiogramas) capta la electricidad proveniente del músculo cardiaco y la transforma en trazos sobre un papel.
No produce ningún tipo de radiación ni magnetismo. Realizar el electrocardiograma es más inocuo para la embarazada que una ecografía o ultrasonido.
El electrocardiógrafo no trasmite nada hacia el cuerpo de la embarazada, simplemente capta la señal que el corazón produce. Es como un periodista, observa lo que pasa en el corazón y nos comunica a través del electrocardiograma la información.
En la mayoría de los países no se incluye el electrocardiograma como un examen de rutina durante el embarazo, sobre todo si la embarazada no tiene enfermedades previas.
En caso de enfermedad cardiaca conocida o sospecha de ella, su ginecólogo o su médico general podrían indicarle uno o varios electrocardiogramas durante el embarazo.
En caso de cesárea programada, como en toda intervención quirúrgica es probable que en el estudio preoperatorio se le realice un EKG.
Durante el embarazo se le pueden realizar todos los electrocardiogramas que su médico estime necesario, pues como explicamos antes, no afecta a la madre ni al feto.
Así que, si estás embarazada y te indican un electrocardiograma, puedes realizártelo sin ningún tipo de temor, sin importar la edad gestacional que tengas.
¡Esperamos haberte ayudado en saber si se puede realizar un electrocardiograma estando embarazada!
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